En 1993, el psiquiatra estadounidense Harrison G. Pope acuñó el término vigorexia, conocido como una obsesión por poseer un cuerpo musculoso. La sociedad está cambiando muy rápidamente y con ello los problemas de su población.
Algunos de estos cambios desfavorables implican la aparición de nuevos trastornos, como la vigorexia y la ortorexia (preocupación excesiva por ingerir exclusivamente alimentos «sanos»).
COMPLEJO de ADONIS: el culte al cos
La vigorexia es un trastorno mental no estrictamente alimentario, que se conoce también como complejo de Adonis. Se calcula que en España pueden existir unos 700.000 afectados; sin embargo, aún no se ha etiquetado como enfermedad.
Las personas que padecen vigorexia tienen tal obsesión por verse musculosas que constantemente se miran al espejo y nunca están satisfechas. Este sobredimensionado culto al cuerpo se manifiesta por una excesiva práctica del deporte provocada por una obsesiva preocupación por el aspecto físico, siendo una de sus metas la obtención de una mayor masa muscular. Así, además del ejercicio, también modifican su alimentación, supeditándola a la consecución de sus fines. Todo ello les lleva a suprimir las grasas de la alimentación y a consumir proteínas e hidratos de carbono en exceso, con consecuencias negativas para la salud.
CONSECUENCIAS
La vigorexia afecta mayoritariamente a hombres, aunque también puede darse en mujeres. La práctica de deporte moderado resulta muy saludable para nuestro organismo.
Sin embargo, los afectados por la vigorexia muestran una preocupación excesiva por su aspecto físico que conlleva que la musculación a través de una actividad física pase de ser un objetivo saludable a un desorden emocional elevado a la categoría de obsesión.
Este ansia por adquirir a toda costa una apariencia atlética puede llevar al consumo de sustancias perjudiciales para el organismo. Las consecuencias de este trastorno tienen su reflejo en la salud y en la conducta social de quienes lo padecen.
DEPENDENCIA del EJERCICIO FÍSICO
Podría decirse que quien sufre de vigorexia es una persona insatisfecha con su propio cuerpo que se ve demasiado delgada y busca con el ejercicio adquirir el volumen deseado.
Además de la práctica desmesurada de ejercicio, esta alteración da lugar (por una serie de reacciones que ocurren en nuestro organismo en las que están involucradas hormonas y neurotransmisores) a un proceso de dependencia de la realización de ejercicio físico.
El DOPAJE y sus efectos adversos
En ocasiones también recurren a una práctica más peligrosa para la salud, como es el dopaje para obtener un incremento de la masa muscular y disminuir la fatiga. Los productos dopantes más utilizados son los anabolizantes, derivados sintéticos de la testosterona (hormona sexual masculina).
Son sustancias que pueden provocar efectos adversos:
- problemas de impotencia,
- crecimiento desproporcionado de las glándulas mamarias,
- acné,
- caída del cabello,
- depresión,
- euforia,
- irritabilidad…
- y, en los casos más extremos, problemas de corazón y de hígado.
Una dieta equilibrada es suficiente en la mayoría de los casos para la realización de cualquier práctica deportiva. Sólo en algunos casos, y por indicación y con el control de un profesional sanitario especialista, será necesario recurrir al uso de algún complemento dietético.
CONSEJOS
- La práctica habitual del deporte forma parte de un estilo de vida saludable.
- Los excesos no son buenos para la salud, con lo que debe vigilarse una posible sobredimensión del culto al cuerpo a partir del deporte.
- En caso de creer conveniente ingerir complementos dietéticos, consulte con su médico o farmacéutico.