CONSEJOS DEL FARMACÉUTICO
- ¿Por qué son tan importantes las vacunas infantiles?
- ¿Estas enfermedades son muy graves?
- ¿Son seguras las vacunas?
- ¿Cuántos pinchazos hay que hacer y cuándo?/¿En cuántas dosis se administra una vacuna y cuándo?
- ¿Cúanto cuesta vacunar?
- ¿Por qué es necesario que el niño este inmunizado?
- ¿Cómo actúan las vacunas?
- ¿Los gérmenes que contiene la vacuna no son peligrosos?
- ¿Qué puede pasar si no se vacuna a un niño?
- ¿Qué puede pasar si no se le administraron las vacunas que le correspondían según el calendario?
- Calendario de vacunaciones infantiles sistemáticas
¿Por qué son tan importantes las vacunas infantiles?
Las vacunas son muy importantes porque actualmente protegen al niño de las siguientes enfermedades: difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, meningitis por haemophilus influenzae tipo b, sarampión, rubéola, parotiditis y hepatitis b, y meningitis meningocóccica grupo C.
¿Estas enfermedades son muy graves?
Desde que existen las vacunas, estas enfermedades son muy poco habituales. Pero son enfermedades que aún pueden ser graves. Por ejemplo, antes de existir la vacuna, enfermedades como el sarampión provocaban centenares o hasta miles de muertos cada año. Aún ahora algunas de estas enfermedades pueden provocar neumonía, daños en el cerebro, problemas en el corazón y ceguera en niños que no han sido vacunados. Y aún provocan la muerte de muchos niños cada año.
¿Son seguras las vacunas?
Sí, son muy seguras. A veces pueden provocar efectos secundarios muy ligeros, como dolor en la zona del pinchazo o fiebre. Otros efectos secundarios son muy poco habituales. Consultad a vuestro farmacéutico.
Lo que está claro es que siempre son muy peores las enfermedades que los efectos derivados de las vacunas.
¿Cuántos pinchazos hay que hacer y cuándo?/¿En cuántas dosis se administra una vacuna y cuándo?
El calendario de vacunaciones os dirá qué vacuna tenéis que poner a vuestro hijo. El pediatra y el farmacéutico os podrán informar sobre ello.
¿Cuánto cuesta vacunar?
Vuestro pediatra del Servei Català de la Salut es el encargado de ponerle vacunas al niño, y son completamente gratuitas.
¿Por qué es necesario que el niño estÉ inmunizado?
Porque si se le vacuna, queda protegido frente a la enfermedad, y a la vez no puede transmitirla. Por lo tanto, también protege a los otros niños.
¿Cómo actúan las vacunas?
Cuando se vacuna a un niño se le inyectan, a través de la vacuna, una serie de gérmenes que provocan que el organismo fabrique unas sustancias llamadas anticuerpos. Estos anticuerpos tienen memoria y si alguna vez el niño está expuesto a la enfermedad son capaces de vencerla.
¿Los gérmenes que contiene la vacuna no son peligrosos?
Los gérmenes que contienen las vacunas están atenuados o inactivados, y eso quiere decir que sirven para estimular el sistema inmunitario, pero que no tienen suficiente fuerza para provocar la enfermedad.
¿Qué puede pasar si no se vacuna a un niño?
Si no tiene nunca contacto con el germen que causa la enfermedad, cosa altamente improbable, no le pasará nada, pero si está expuesto a él, podría enfermar.
Las consecuencias de la enfermedad pueden ser muy ligeras o muy graves. Depende. Se puede resolver con unos días en la cama, pero también podrían provocar la muerte.
Además, si el niño está en contacto con otros niños, podría extender la enfermedad y causar un brote epidémico.
¿Qué puede pasar si no se le administraron las vacunas que le correspondían según el calendario?
Si sólo se le administraron una parte de las dosis de las vacunas, no es necesario volver a empezar desde el principio. Habrá que seguir la pauta vacunal allí donde se dejó. Consultad a vuestro farmacéutico o al pediatra, que os dirán exactamente lo que se debe hacer, os informarán y/o aclararán cualquier duda.
Calendario de vacunaciones infantiles sistemáticas
Cuando hablamos de vacunas sistemáticas hacemos referencia a aquellas vacunas que es recomendable que se pongan los niños a una determinada edad, siempre que no haya una contraindicación que lo impida.
Las vacunas no sistemáticas son aquellas que se recomiendan sólo a los niños que por circunstancias particulares presentan un riesgo muy alto de contraer una enfermedad. La enfermedad de base de estos niños se podría agravar si padeciesen la enfermedad prevenida por la vacuna.
Vacunas no sistemáticas
Las más habituales en Cataluña son las siguientes:
- Vacuna anticolérica
- Vacuna antigripal
- Vacuna antihepatítica A
- Vacuna antitifoidal
- Vacuna antimeningocóccica A-C
- Vacuna antiparotidítica
- Vacuna antipneumocóccica
- Vacuna antirrábica
- Vacuna antirubeólica
- Vacuna antisarampionosa
- Vacuna antitetánica
- Vacuna antitetánica antidiftérica para los niños
- Vacuna antivaricelosa
- Vacuna contra la fiebre amarilla
- Vacuna de la tuberculosis
- Vacuna inactivada de la poliomielitis
- Vacuna prepuberal contra el papiloma virus
Las vacunas no sistemáticas son aquellas recomendadas sólo a los niños que por sus circunstancias particulares están más expuestos a una cierta enfermedad o sufren enfermedades crónicas de base que podrían empeorar por el sufrimiento de la enfermedad para la cual vacunamos.
¿POR QUÉ son tan IMPORTANTES las VACUNAS?
1.- «Las enfermedades ya empezaron a desaparecer antes de introducir las vacunas, debido a unas mejores condiciones de higiene y sanidad pública.»
Afirmaciones de este tipo pretenden sugerir que las vacunas no son necesarias. Es cierto que una mejor nutrición, un gran desarrollo de los antibióticos y de la medicina en general, y una bajada de la natalidad -que disminuye el contacto entre enfermos susceptibles- han disminuido notablemente la prevalencia de las enfermedades. Pero aun así son las vacunas las que tienen a raya la incidencia de algunas enfermedades.
Hay enfermedades como el sarampión que son poco frecuentes, especialmente desde que se extendió la vacunación; otras como la varicela, para la que aún no hay vacuna, tienen una alta incidencia.
2.- «La mayoría de gente que padece estas enfermedades han sido vacunados.»
Es cierto que ninguna vacuna es efectiva al 100%. Si suponemos una población donde hay vacunados y no vacunados, mientras que entre los vacunados una parte pequeña no responderá a la vacuna, entre los no vacunados todos están totalmente expuestos a la enfermedad.
3.- «Las vacunas causan muchos efectos secundarios, enfermedades, incluso la muerte.»
Las vacunas son actualmente muy seguras. La mayoría de efectos secundarios son poco frecuentes, ligeros y temporales, como puede ser una febrícula o dolor leve en la zona de la inyección. Los efectos secundarios importantes son muy extraños, y pasan del orden del 1 por mil (incluso 1 por millón de dosis).
Por otra parte, no tiene sentido considerar sólo el riesgo de la vacunación. Es necesario también mirar sus beneficios y la capacidad de protección ante la enfermedad. Un niño no vacunado tiene muchos más riesgos de padecer encefalitis, neumonía o muerte, que un niño vacunado.
4.- «Las enfermedades que se pueden prevenir con vacunas han sido casi eliminadas de nuestro país, por lo que no es necesario vacunar más.»
A pesar de que las vacunas prácticamente han hecho desaparecer las enfermedades de buena parte del mundo, no ha sido así en todas partes. Un viajero podría, sin querer, llevar la enfermedad a otros puntos del mundo, y si no estuviésemos protegidos por las vacunas, la enfermedad se extendería.
También la vacunación actúa como escudo, no sólo para protegernos a nosotros mismos, sino para los que están a nuestro alrededor. Hay personas que o bien no responden a las vacunaciones o bien no pueden vacunarse a causa de alergias a algunos componentes de la vacuna. Para ellos, la única protección posible es que la gente de su alrededor estén vacunados y, por lo tanto, inmunizados.
¿Qué pasaría si nos dejásemos de vacunar?
Las vacunas son responsables del control de muchas enfermedades infecciosas que antes habían sido muy frecuentes. A pesar de todo, los virus y las bacterias que provocan estas enfermedades aún existen, y pueden llegar a las personas no protegidas por las vacunas. Son enfermedades que pueden ser graves e incluso llegar a causar la muerte, especialmente de los niños.
- Polio
- Sarampión
- Meningitis por haemophilus influenzae tipus b
- Pertussis (Tos ferina)
- Rubéola
- Hepatitis B
- Difteria
- Tétanos
- Parotiditis
- Meningitis meningocóccica del grupo C
Polio
El virus de la polio causa parálisis aguda, que puede ser permanente. Muchos de los que habían padecido polio acababan en silla de ruedas, e incluso morían.
Hoy, los altos niveles de vacunación evitan que los pocos casos que hay de esta enfermedad se extiendan.
Sarampión
En la década de los 50 y en la de los 60, casi todo el mundo había tenido sarampión. Más del 20% de los enfermos eran hospitalizados, y un 7% tenía complicaciones como neumonías, diarreas o infecciones en el oído. Menos frecuentemente, había casos de encefalitis y muertes.
Es una enfermedad contagiosa, y si se dejase de vacunar se extendería muy fácilmente.
Meningitits por haemophilus influenzae tipus b
Antes de que se dispusiese de la vacuna, la meningitis bacteriana por Hib podía, en un tercio de los casos, pasar a la sangre, provocar neumonía o inflamación de la epiglotis. También podía provocar sordera o retraso mental. Actualmente apenas hay ningún caso.
Pertussis (Tos ferina)
La tos ferina podía ser una enfermedad grave que cursaba con mucha tos, tanta que podía dificultar a un niño comer, beber o incluso respirar. Los frecuentes vómitos facilitaban la pérdida de peso. En el caso de las niñas, también podía causar neumonía y alteraciones en el cerebro. Si parásemos las vacunaciones, la incidencia de esta enfermedad subiría muchísimo.
Rubéola
Si una madre embarazada padece la rubéola durante el primer trimestre del embarazo, el bebé puede desarrollar el síndrome de la rubéola congénita, con alteraciones en el corazón, cataratas, retraso mental y sordera. Gracias a un alto nivel de vacunación, casi no hay casos de síndrome de rubéola congénita.
Hepatitis B
Los que han padecido hepatitis B tienen un alto riesgo de que la infección sea crónica y a la larga provoque cirrosis y cáncer de hígado. Se recomienda la vacuna, y se observa que actualmente han disminuido mucho los casos de esta enfermedad.
Difteria
La difteria causa frecuentemente problemas de corazón y de nervios. Mueren un 10% de los afectados, y un 20% si se trata de niños o de gente mayor. En algunas partes del mundo como la Europa del Este, hay aún casos debido a vacunaciones incorrectas.
Tétanos
A menudo es una enfermedad grave. La bacteria causante del tétanos se expande fácilmente por el suelo y por el polvo. La enfermedad causa espasmos musculares, se pueden tener problemas para respirar y para comer, y los espasmos pueden causar fracturas de huesos. Algunas personas entran en coma, y un 30% mueren. Es una enfermedad infecciosa, pero no contagiosa, porque el bacilo se encuentra en el ambiente, y por lo tanto sólo se puede prevenir con la vacuna.
Parotiditis
Antes de la vacunación, esta enfermedad provocaba muchas sorderas en los niños.
No acostumbraba a ser grave, pero en algunos casos podía provocar problemas nerviosos y del cerebro, que podían provocar parálisis.
También existía la posibilidad de abortos espontáneos durante el primer trimestre del embarazo. Al ser una enfermedad muy contagiosa, si dejásemos de vacunar, se extendería muy fácilmente entre los no vacunados.
Meningitis menigocóccica del grupo C
La meningitis afectaba a un gran número de niños y podía dejar secuelas importantes como encefalitis, parálisis y alteraciones neuronales. Hasta ahora no se disponía de una vacuna bastante eficaz, y por este motivo no se encontraba en el calendario vacunal . Ahora se dispone de una vacuna que da mucha más protección immunológica, y por lo tanto ha estado incluida en el calendario vacunal.
INFORMACIÓN ADICIONAL sobre las vacunas
- ¿Cómo se conservan las vacunas?
- ¿Quién no tiene que vacunarse? Contraindicaciones para las vacunas
- ¿Quién debe vacunarse? Falsas contraindicaciones
- ¿Qué es una inmunoglobulina?
¿Cómo se conservan las vacunas?
La mayoría de vacunas se conservan entre 2ºC y 8ºC. Por tanto, se tienen que guardar en la nevera. La conservación de las vacunas es muy importante, porque si no se conservasen adecuadamente, muchas perderían su efectividad.
También hay que fijarse en su período de validez. Algunas vacunas sólo tienen validez durante una temporada, como por ejemplo las vacunas de la gripe. Hay que prestar también mucha atención a la fecha de caducidad (siempre consta en el envase), ya que acostumbra a ser bastante corta.
¿Quién no tiene que vacunarse? Contraindicaciones para las vacunas
Determinadas circunstancias pueden hacer que el riesgo de sufrir reacciones adversas aumente, y otras pueden hacer que la vacunación pierda eficacia. Circunstancias en las que no se aconseja la vacunación:
- Hipersensibilidad conocida a los productos que componen la vacuna.
- Enfermedades infecciosas que cursan con fiebre alta. Convalecencias de enfermedades. En caso de haber sufrido un sarampión, habrá que esperar dos meses como mínimo antes de vacunar.
- Otras enfermedades como la hepatitis, nefritis (alteraciones en el riñón que cursan con inflamación) o tuberculosis.
- Enfermedades crónicas no compensadas como pulmonares, cardíacas, renales.
- A los niños con trastornos neurológicos, no se les puede dar la vacuna de la tos ferina.
- A los enfermos a quienes no les funcione correctamente el sistema inmunitario (inmunodeprimidos), no se les puede poner una serie de vacunas llamadas vivas, porque la bacteria o el virus que llevan está atenuado. Tampoco a los niños que sufren leucemia u otras neoplasias. Tampoco a los que se tratan con cortisona, quimioterapia o radioterapia.
- A veces, cuando se administra una gammaglobulina, plasma o transfusiones de sangre, puede haber alteraciones en la respuesta inmunitaria; en este caso, hay que retardar la administración de la vacuna.
¿Quién debe vacunarse? Falsas contraindicaciones
Hay una serie de circunstancias en las que hay que vacunar aunque:
- Haya habido una dosis previa de DTP que haya provocado fiebre inferior a 38,5ºC, o una inflamación o dolor o enrojecimiento en la zona del pinchazo.>
- El niño a vacunar sea un niño sano que haya sufrido una enfermedad aguda leve que cursase con un grado bajo de fiebre o diarrea poco importante.
- Se hayan tomado antibióticos.
- Sea un niño prematuro. En este caso hay que seguir el calendario habitual.
- La madre del niño a vacunar esté embarazada.
- La persona a vacunar haya estado expuesta a una enfermedad infecciosa.
¿Qué es una inmunoglobulina?
Una inmunoglobulina consiste en la administración directa de anticuerpos producidos en otro organismo, ya sea un animal o una persona.
Las inmunoglobulinas tienen la gran ventaja de conferir protección inmediata. Como inconveniente hay que destacar que no son capaces de estimular el sistema inmunitario.
Las inmunoglobulinas humanas de las que se dispone actualmente son las siguientes: hepatitis A, hepatitis B, parotiditis, rabia, rubéola tétanos, tos ferina, varicela.
DECÁLOGO de las vacunas
1. Las vacunas protegen contra enfermedades infecciosas que pueden ser muy graves.
2. Estas vacunas, que están en el calendario de vacunaciones sistemáticas, previenen de sufrir las enfermedades siguientes: difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, sarampión, rubéola, parotiditis (paperas), hepatitis B y meningitis contra el meningococo del grupo C y meningitis contra la Haemophilus influenzae del grupo B.
3. Es muy importante anotar cuidadosamente las vacunas que se han administrado al niño en el carné de vacunaciones.
4. Hay enfermedades que para que la vacunación sea completa precisan más de una dosis de la vacuna.
5. Las vacunas son seguras y muy necesarias.
6. Las vacunas tienen a veces efectos secundarios.
7. Hay que seguir el calendario de vacunaciones sistemáticas.
8. Las vacunas son gratuitas.
9. Si el niño tiene el sistema inmunitario alterado (inmunodepresión) o alguna enfermedad crónica descompensada como pulmonar, coronaria o renal, no se le tiene que vacunar.
10. No olvidar consultar cualquier duda al pediatra y/o al farmacéutico.
CALENDARIO de VACUNACIONES SISTEMÁTICAS
- Los calendarios de vacunaciones sistemáticas se modifican
- Los padres, ¿nos tenemos que preocupar de hablar con el médico y/ o con el farmacéutico sobre el nuevo calendario?
- ¿Qué hay que hacer con los niños inmigrantes que acaban de llegar a Cataluña?
- ¿Hay que anotar las vacunas que se les pone a los niños?
- Recuerde que:
Los calendarios de vacunaciones sistemáticas se modifican
Calendarios vacunaciones de les CCAA Ver [+]
En Cataluña ha habido diferentes calendarios de vacunaciones. Hay varias razones para cambiarlos, como son:
- la aparición de nuevas vacunas,
- los movimientos migratorios de la población,
- los cambios demográficos,
- y la creación de nuevas combinaciones de vacunas.
Los padres, ¿nos tenemos que preocupar de hablar con el médico y/ o con el farmacéutico sobre el nuevo calendario?
Tanto el médico como el farmacéutico resolverán cualquiera duda que podamos tener sobre el nuevo calendario, pero no hace falta que nos preocupemos. Cuando llevemos a los niños al pediatra para la vacunación, de manera automática él aplicará el nuevo calendario y las nuevas vacunas al niño.
¿Qué hay que hacer con los niños inmigrantes que acaban de llegar a Cataluña?
El pediatra intentará descubrir -siempre que sea posible- las vacunas que ha recibido el niño durante su vida. En caso de que ello no sea posible, lo que hace el pediatra es iniciar un proceso de vacunación adaptado al niño para que de forma progresiva esté en las mismas condiciones que el resto de niños de su edad.
¿Hay que anotar las vacunas que se les pone a los niños?
Sí, es en el Carné de Salud donde el pediatra irá anotando todas y cada una de las vacunas que se administran a los niños.
Recuerde que:
- La eficacia de las vacunas en la lucha contra las enfermedades infecciosas está demostrada.
- Las vacunas ayudan a las defensas del organismo a prevenir la enfermedad.
- Los primeros años de vida son decisivos para la salud.
- Las vacunas proporcionan protección no sólo al individuo, sino también a la comunidad.
- Por ello, es necesario el cumplimiento del calendario de vacunaciones vigente.
- No se preocupe, tanto el pediatra como el farmacéutico están al día del último calendario de vacunación.
- La vacunación no se acaba con la infancia, sino que debe continuar toda la vida.