La sensación de calor en nuestro cuerpo se manifiesta por la producción de sudor.
El sudor es una secreción que se produce en las glándulas ecrinas distribuidas por todo el cuerpo que desembocan en los poros de la piel. Se mezcla en la superficie de la piel con el sebo o grasa procedente de las glándulas sebáceas para dar lugar al manto hidrolipídico o emulsión epicutánea, responsable del buen funcionamiento y suavidad de la piel, así como del mantenimiento de una temperatura corporal constante, evitando una posible deshidratación. Por otro lado, popularmente se considera que a través del sudor el organismo puede eliminar muchas toxinas, así como algunas sustancias medicamentosas.
En la composición del sudor encontramos básicamente agua en un 95% y una serie de sustancias, electrolitos que constituyen el factor de hidratación natural (FHN) responsable de la hidratación cutánea. Además, en el sudor también encontramos ácido urocánico, que es un filtro natural que ayuda a protegernos de la radiación solar.
¿POR QUÉ sudamos?
- Las características de la cantidad de secreción sudorífera varían de una persona a otra, llegando en ocasiones a una sudoración tan elevada que puede, incluso, resultar patológica. Éste es el caso de la hiperhidrosis o exceso de sudoración.
- La producción de sudor está regulada hormonalmente, de manera que en las distintas épocas de la vida de una persona puede variar. Asimismo, según el estado de ánimo, por ejemplo por una situación de estrés, puede producirse un exceso de secreción sudorífera puntual.
El sudor por sí mismo no huele, pero esta humedad sí facilita la formación de elementos volátiles desagradables procedentes de las bacterias saprófitas de la piel, llegando a producir olores a veces molestos.
¿CÓMO podemos evitar el sudor?
El sudor puede controlarse a través de distintos tipos de productos, como por ejemplo antitranspirantes, cosméticos que bloquean la producción de sudor, así como productos cosméticos desodorantes, que eliminan o enmascaran los olores.
Sin embargo, los antitranspirantes, por su actuación dérmica, son productos que impiden esta transpiración cutánea tan necesaria, y por ello no deben utilizarse indiscriminadamente, sino que deben seguirse las instrucciones de uso y las indicaciones del farmacéutico.
RECUERDA
- El sudor es una secreción a veces molesta pero muy importante para el mantenimiento de la temperatura corporal del organismo.
- Antes de utilizar antitranspirantes, lea detenidamente las instrucciones y consulte a su farmacéutico.