Última actualización: Enero 2020
La fotosensibilidad es una reacción cutánea patológica a la luz, generalmente a la radiación ultraviolada (UV) que se manifiesta como una quemadura solar o erupción.
Estas reacciones pueden tener orígenes distintos:
- causas genéticas,
- determinadas enfermedades
- o bien, presencia de algunas sustancias o medicamentos.
La fotosensibilidad causada por medicamentos se produce cuando un fármaco es capaz de absorber la radiación del sol.
Estos medicamentos, ya sea porque los aplicamos sobre la piel o porque los tomamos via oral, hacen que cuando nos exponemos a la luz nos aparezcan lesiones en la piel que en tres circunstancias no nos tendrían que causar ningún problema, es decir, nos hacen más sensibles al sol.
La fotosensibilidad puede variar de una persona a otra en función del metabolismo, el grado de pigmentación de la piel y la variabilidad genética. Y también según el medicamento y la dosis utilizada.
¿Qué SÍNTOMAS producen?
Las reacciones que producen los medicamentós fotosensibilitzantes pueden ser de dos tipos:
- Reacciones de fototoxicidad: aparecen unes lesiones similares a una quemadura de sol, pero más exageradas, a veces con formación de ampollas y cierta urticaria.
Normalmente aparecen a los pocos minutos u horas (menos de 24h) después de la exposición y de la toma del medicamento. Son reacciones que suelen estar asociadas a los fármacos que se administran por vía oral, son las más comunes (95% de los casos) y no requieren una exposición previa a ningún fármaco.
Los síntomas desaparecen a los 2-7 días después de haber suspendido el tratamiento y, a veces, pueden dejar una hiperpigmentación (mancha más oscura) en la piel que puede durar meses. - Reacciones de fotoalergia: son reacciones de hipersensibilidad tipo IV o alergia. Requieren una exposición previa al fármaco ya que son reacciones donde interviene el sistema inmunológico y las manifestaciones aparecen más tarde (entre 1-44 días después de la exposición solar).
Normalmente son poco frecuentes y están más relacionadas con medicamentos de uso tópico. Las reacciones que producen son unos eczemas agudos que causan un picor muy intenso y que pueden sobrepasar los límites de la zona expuesta al sol.
¿CUÁLES SON los medicamentos que pueden provocar estas reacciones?
Numerosos fármacos pueden causar fotosensiblidad y es muy importante consultar siempre al farmacéutico o al médico para estar correctamente informado de este efecto adverso y de las medidas que se deben tomar para evitarlo.
Muchos medicamentos fotosensibilizantes son de uso común, en especial entre los enfermos crónicos, por eso es de vital importancia estar informados para hacer una prevención correcta.
De forma orientativa, los grupos de medicamentos que más a menudo dan estas reacciones son:
- antibióticos como las quinolinas y las tetraciclinas,
- el antirítmico amiodarona,
- antihipertensivos como la hidroclotiazida,
- la furosemida,
- algunos antipsicóticos como la clorpromazina,
- antiinflamatorios no esferoidales (AINE),
- antidepresivos,
- contraceptivos
- y retinoides.
También diversos fármacos aplicados por vía tópica, como los antihistamínicos, pueden ser causa de fototoxicidad o fotoalergia, así como otros productos como colorantes, perfumes, esencias, etc.
¿CÓMO podemos EVITAR esta REACCIÓN?
Las medidas preventivas que se recomiendan desde Atención Primaria son tomar el medicamento solo si realmente es necesario y preferentemente por la noche y evitar la exposición solar.
Para protegernos del sol, tenemos diversas estrategias:
- Uso de fotoprotectores: es imprescindible el uso de fotoprotectores para evitar una reacción de fotosensibilidad. La elección del fotoprotector està vinculado a:
- Fototipus de la persona
- Zona donde se tiene que aplicarPreferencias personales
Para evitar estas reacciones de fotosensibilidad, hay que aplicarse siempre antes de salir de casa una cantidad adecuada del producto en las zonas descubiertas. En caso necesario hay que hacer reaplicación cada 2 horas.
Para evitar estas reacciones de fotosensibilidad tiene que aplicarse siempre antes de salir de casa una cantidad adecuada del producto en las zonas descubiertas. En caso necesario tiene que reaplicarse cada dos horas.
Los complementos ricos en antioxidantes (bioflavonoides, vitaminas A, C i E) ayudan a proteger frente el daño oxidativo pero en ningún caso sustituyen a los protectores solares.
- Protección física
Uso de ropa: la ropa es un excelente fotoprotector, especialmente de las radiaciones UVB. Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de tejidos o grosores protegen igualmente.
Por ejemplo, el algodón, la viscosa o el lino protegen menos que la lana, el nylon, la seda y el poliéster.
Por otra parte, los tejidos más porosos o con menos grosor aportan menos protección.
El color y la humedad también son determinantes. Los colores oscuros aumentan la protección mientras que la humedad la disminuye.
Uso de sombreros: para ser efectivos tienen que cubrir las zonas expuestas: nariz, mejillas, cuello y barbilla. Con tal de garantizar una correcta protección el ala del sombrero tiene que tener un mínimo de 7,5 cm.
Uso de gafas de sol: para una buena protección tienen que estar homologadas y proteger contra las radiaciones solares, eso se indica respectivamente con las siglas CE y UV400.
Algunos CONSEJOS
- Ante cualquier síntoma, no hay que dejar el tratamiento. Hay que consultar al médico para confirmar o descartar que se trata de una reacción asociada al medicamento.
- El farmacéutico puede resolver dudas y ofrecer consejos para prevenir la aparición de estas reacciones de fotosensibilidad y ayudar a encontrar un protector solar adecuado para todas las situaciones en las que estemos expuestos al sol.
- Actualmente, hay una gran variedad de protectores solares con diferentes texturas y fórmulas para satisfacer las necesidades de todas las personas.
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