Fecha de revisión: febrero 2019
El consumo excesivo de alcohol puede tener efectos tóxicos sobre el organismo y puede causar o empeorar diversas enfermedades.
Este riesgo habitualmente presenta una relación dosis-efecto, es decir, que aumenta de forma proporcional a la cantidad de consumo de alcohol.
Las alteraciones que el alcohol puede provocar se manifiestan a
- nivel digestivo (hepatitis, pancreatitis, alteraciones gástricas),
- músculo esquelético (gota, osteoporosis)
- endocrino, cardiovascular,
- respiratorio
- metabólico (hipoglucemia)
- hematológico,
- neurológico
- y cutánea.
La administración simultánea de alcohol e ibuprofeno puede provocar un aumento de sus efectos y consecuentemente también de las reacciones secundarias.
¿Cómo INTERACCIONA el ALCOHOL con el IBUPROFENO?
- Cuando se realiza una ingesta ocasional de alcohol, se produce una disminución en el metabolismo del ibuprofeno que da lugar a un efecto más prolongado. Y, por lo tanto, a un posible riesgo de toxicidad si no se separan suficientemente las dosis.
- Contrariamente, el consumo crónico o habitual de alcohol provoca una aceleración del metabolismo en general. Por este motivo, puede disminuir el efecto de los medicamentos de forma que sea necesario repetir la administración en un periodo de tiempo inferior al recomendado.
Es decir, el efecto del alcohol en el metabolismo del ibuprofeno es diferente según el consumo sea ocasional o crónico.
¿Hay RIESGO para la salud?
Los antiinflamantorios no esteroidales, como el ibuprofeno, pueden produir como efecto secundario una lesión sobre la mucosa gàstrica. La ingesta simultània de alcohol incrementa este riesgo ya que estimula la secreción ácida en el estómago y se puede produir espigastrágia (dolor en el estómago), pirosis (acidez) y en situacions más extremes, úlceres y hemorràgies digestivas.