Adelgazar en dos días sin hacer dieta, hacer desaparecer la artrosis de repente o encontrar la fórmula de la juventud eterna son promesas sospechosas, pero aun así, algunos se atreven a hacerlas.
Productos MILAGRO sin resultados probados
Los llamados productos milagro contarían con esa osadía entre sus propiedades; productos que prometen unos resultados imposibles, debido a que no tienen la composición necesaria para conseguirlos. O que, en el caso de contener alguna sustancia con propiedades reconocidas, no han sido registrados como corresponde, o las incluyen sin declarar.
Son diversos los productos que podríamos incluir dentro de este grupo. A través de la radio, el correo o la televisión se anuncia la existencia de productos o tratamientos de diferentes clases y presentaciones (pastillas, cremas o artilugios diversos) que pretenden curar o aliviar los problemas de salud sin resultados probados.
Pero no son medicamentos. Si lo fueran, tendrían que acreditar legalmente sus pretendidos efectos curativos, y la legislación impone para ello un control muy riguroso. Pero no lo hacen porque no lo son.
¿Qué es el EFECTO PLACEBO?
- De algunos ni tan sólo conocemos su composición.
- Otros pueden ayudar a aliviar pequeñas molestias o producir el llamado efecto placebo -como se denomina a la mejoría que presentan algunos pacientes cuando toman una sustancia creyendo que tiene virtudes terapéuticas aunque no las tenga-.
- Otros no sirven para nada.
Unas veces van dirigidos a población enferma, pero la mayoría se dirigen a las personas sanas que quieren mejorar su aspecto o su rendimiento físico o intelectual, o bien disminuir los efectos de la edad.
‘Producto de venta en farmacias’, ¿significa que está GARANTIZADO?
Incluso algunos utilizan como reclamo la frase comercial “de venta en farmacias”, pero eso no quiere decir que la profesión farmacéutica los reconozca o garantice.
Es el fabricante quien decide poner esta frase. La publicidad pretende utilizar la garantía y confianza que acredita la figura del farmacéutico para venderlos. En ocasiones se hace publicidad engañosa al recurrir a referencias históricas a ciencias milenarias o de otras culturas para contrastar su eficacia.
No obstante, existe una norma legal que regula la publicidad de productos con pretendida finalidad sanitaria. Esta norma prohíbe que se atribuyan efectos preventivos o terapéuticos específicos que no estén respaldados por pruebas acreditadas, y prohíbe también que profesionales de la salud amparen la publicidad dirigida al público. También está prohibido que se atribuyan un carácter sanitario sin tenerlo.
CONSEJOS
- Desconfíe de fórmulas secretas. Esté alerta ante la publicidad engañosa.
- Aunque puedan ser inocuos, no utilice productos milagro sin consultar a su médico o farmacéutico. Si le dicen que no está garantizada su eficacia o seguridad, confíe en su consejo profesional.