20Normalmente el cuerpo se refrigera con el sudor, y las temperaturas elevadas pueden producir una pérdida de líquidos y sales minerales (cloro, potasio, sodio…) necesarios para el organismo, con riesgo de deshidratación si no se reponen adecuadamente. Aparecen síntomas como sed intensa, cansancio, calambres o vértigo.
Por todos estos motivos, en días de calor intenso las personas que están tomando medicamentos que puedan agravar el proceso de control de la temperatura corporal, conviene que extremen las precauciones.
La REGULACIÓN de la TEMPERATURA
- En ciertas condiciones el sudor no basta; cuando la humedad es elevada, no se evapora con tanta rapidez, lo que no permite al cuerpo liberarse del calor tan rápidamente.
- Los mecanismos que regulan la temperatura de nuestro cuerpo lo mantienen con una temperatura alrededor de los 37ºC.
Ante una sobrecarga de calor interno o ambiental, pueden fracasar los mecanismos que mantienen la temperatura en los límites adecuados. - Cuando el organismo pierde el control de la temperatura y ésta sube por encima de los 40ºC, pueden provocarse daños celulares importantes. Se reduce o cesa la sudoración y aparecen cefalea, mareo, taquicardia, convulsiones…
GRUPOS de RIESGO
- Las personas de edad avanzada y los niños son más susceptibles de padecer problemas relacionados con el calor, así como las personas que realizan una actividad física importante.
- Pero también los pacientes tratados con determinados medicamentos deberán extremar las precauciones. Es el caso de los fármacos diuréticos, que pueden facilitar aún más la pérdida de líquidos, y de los tranquilizantes y antidepresivos, que en cierta forma impiden la pérdida de calor del organismo.
- En otros casos, los medicamentos agravan los efectos del calor, como por ejemplo los antihipertensivos, que hacen bajar la presión arterial. También puede presentarse un aumento del efecto del medicamento a causa de la deshidratación, que puede reducir la eliminación del fármaco.
PREVENCIÓN
- En todos los casos es mejor prevenir los trastornos adoptando medidas como aumentar la ingesta de líquidos incluso sin esperar a tener sed, y mantenerse en un lugar fresco y tranquilo, sin exponerse al sol en las horas centrales del día y menos realizando una actividad física intensa.
- El calor también puede afectar a la calidad de los medicamentos que se guardan en casa, si no se conservan en lugar seco y lo más fresco posible. Nunca deberán exponerse directamente al sol ni a temperaturas elevadas, y se deberán conservar en nevera los que así lo indiquen en el envase.
RECUERDE
- El consumo excesivo de alcohol altera y perjudica las condiciones de control de la temperatura corporal.
- En caso de estar tomando medicamentos que puedan agravar el proceso de control de la temperatura corporal, conviene extremar las precauciones.