Todos estamos acostumbrados a la altura sobre el nivel del mar del lugar donde vivimos. Cuando nos desplazamos a otros entornos, podemos vernos afectados por las alturas elevadas. Es lo que se denomina mal de montaña o mal de altura.
¿Cuál es el MOTIVO del mal de altura?
Normalmente, la mayoría de personas puede ascender hasta 2500 metros sin complicaciones.
A partir de aquí, el problema se presenta porque falta oxígeno para respirar. Cuando la altura se incrementa, el aire contiene menos oxígeno y, por tanto, entra menos con cada respiración. Es lo que se conoce como hipoxia.
Es difícil establecer quién podrá verse afectado, ya que no hay factores específicos que se correlacionen con ello, ni la edad ni la experiencia previa con diferentes altitudes, ni siquiera las infecciones respiratorias.
¿Cuáles son los SÍNTOMAS?
Los síntomas normalmente empiezan dentro de las 48 horas siguientes a la llegada a la altura elevada.
El mal de altura tiene una presentación diversa, pero la más común consiste en
- cefalea,
- náuseas,
- anorexia,
- insomnio,
- disnea
- y cansancio.
Acostumbra a presentarse aproximadamente en la mitad de las personas que suben a más de 3000 m de altitud, y puede llegar a ser grave.
La PREVENCIÓN
Si es posible, no debería iniciarse el viaje por encima de esta altitud. Por ejemplo, en viajes en avión, el destino no tendría que sobrepasar la altura de 3000 m, procurando permanecer en ella al menos durante un día.
- La prevención con algún fármaco estaría indicada cuando esto no pueda cumplirse.
- Lo más importante es incrementar la altura de forma paulatina para acostumbrarse. Es lo que se conoce como aclimatación, que generalmente dura entre uno y tres días (no todas las personas se aclimatan de igual forma) y que comporta algunos cambios que permiten al cuerpo soportar mejor la disminución de oxígeno. Se producen más células sanguíneas que sirven para transportar el oxígeno y la profundidad de la respiración se incrementa.
- Antes del viaje, se aconseja realizar una revisión médica para que se valoren éste y otros factores que pueden afectar a las vacaciones. Hay algunos tratamientos que pueden ayudar a prevenirlo, aunque no siempre se logra.
- La administración de un diurético como la acetazolamida, de un corticoide o de un antiinflamatorio puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas, pero no los resuelve.
- Lo que se debe tener claro es que se tiene que combinar aclimatación con ascensión. En los casos graves, el descenso es la única alternativa.
CONSEJOS
- Hasta 2500 metros de altura, la mayoría de las personas no presenta problemas.
- Es aconsejable pernoctar por debajo de la altura alcanzada durante el día. Permanezca un día más si asciende por encima de 3000 metros.
- Se debe mantener la hidratación y evitar el alcohol.
- Hay que conocer los síntomas y estar alerta si se presentan.