Última actualización: Octubre 2021
La intolerancia a la lactosa consiste en la incapacidad para digerir la lactosa, el azúcar predominante en la leche.
Esta incapacidad se origina cuando las células de la pared del intestino delgado no producen la cantidad suficiente de la enzima lactasa, que es la encargada de romper la lactosa en formas más simples que se pueden absorber.
Cuando no hay suficiente lactasa para digerir la cantidad de lactosa consumida, esta se desplaza hasta el colon en lugar de procesarse y absorberse. En el colon, las bacterias interactúan con la lactosa digerida, lo que provoca la presencia de los signos y síntomas y es cuando hablamos de intolerancia.
SÍNTOMAS y CAUSAS
Los síntomas suelen empezar entre 30 minutos y 2h después de haber consumido productos lácticos. Los más comunes son:
- Diarrea
- Náuseas y, a veces, vómitos
- Cólicos estomacales
- O flatulencia, entre otros.
La intensidad varia en función de la cantidad de lactosa que la persona tolere.
- En la mayoría de los casos, la intolerancia se presenta con la edad, ya que a partir de los dos años se empieza a disminuir la producción de la enzima. Aunque hay personas que no desarrollan ningún síntoma hasta mucho más adelante.
Esta disminución progresiva de la lactasa es la causa más común y se conoce como intolerancia primaria: los síntomas solo disminuyen con la reducción o eliminación del consumo de productos lácticos y derivados.
No hay un tratamiento para incrementar la producción de lactasa…
…pero los síntomas pueden controlarse a través de una dieta exenta de lactosa en la que, por tanto, no tenga que digerirse y no ocasione molestias. |
- También hay casos de intolerancia secundaria que se produce cuando el intestino delgado disminuye la producción de lactasa después de una enfermedad, lesión o cirugía que afecte a esté órgano. En este caso, el tratamiento del trastorno preexistente podría restaurar los niveles de lactasa y mejorar los signos y síntomas.
- Con poca frecuencia tenemos el caso de intolerancia congénita a la lactosa o que la intolerancia sea causa de una nacimiento prematuro.
¿QUÉ hay que hacer en caso de sufrir esta INTOLERANCIA?
- Las niñas y los niños con deficiencia de lactasa no pueden ingerir alimentos que contengan lactosa. Para ellos existen, por ejemplo, leches sin esta sustancia.
- En cambio, los adultos pueden no necesitar evitarla totalmente, ya que difieren en la cantidad y clase de alimentos que toleran. Por ejemplo, algunos pueden presentar síntomas de intolerancia después de beber un pequeño vaso de leche, mientras que a otros puede no afectarles si no es que se toman dos; hay quien puede comer algún tipo de queso pero no otros derivados lácticos; mientras que el yogur ha demostrado ser, por lo general, mejor tolerado que otros alimentos.
- Para los que reaccionan con pequeñas cantidades o les resulta difícil mantenerse en una dieta que evite totalmente los lácticos, existen en la farmacia preparados que contienen la enzima lactasa, que, añadidos a la leche, permiten tomarla, ya que después de dejarla unas horas en reposo desdoblan la lactosa para hacerla digerible.
- Al establecer la dieta sin lactosa y, por tanto, excluyendo la leche, que es rica en calcio, debe tenerse presente la inclusión de otros alimentos ricos en esta sustancia como las hortalizas de hojas verdes, frutos secos, legumbres, algún tipo de pescado como las sardinas…
Para la absorción de este calcio es necesaria la vitamina D que se obtiene básicamente a partir de una exposición prudente a los rayos solares o bien la podemos obtener consumiendo productos ricos en vitamina D: huevos, hígado, salmón y atún. En algunos casos y siempre siguiendo el consejo de un profesional puede ser necesario un complemento alimenticio para garantizar la ingesta de calcio, vitamina D y otros nutrientes. - Por otra parte, aunque la leche y sus derivados son la única fuente de lactosa, ésta se añade a distintos alimentos preparados y, por lo tanto, las personas que toleran muy poca cantidad deben tener presente que salsas, galletas, cereales procesados… pueden igualmente contenerla.
Por eso es importante leer correctamente la etiqueta de los productos manufacturados.
Hay que tener en cuenta que la lactosa también se puede encontrar en algunos fármacos como excipiente y que, aunque no sea en grandes cantidades conviene consultar con el farmacéutico sobretodo en caso de intolerancia grave.
Actualmente en el mercado hay una amplia variedad de marcas que ofrecen productos sin lactosa. La Asociación de Intolerantes a la Lactosa (ADILAC) oferce a las empresas interesadas un sello para indentificarlas.
CONSEJOS
- La intolerancia a la lactosa se controla evitando los alimentos que la contienen.
- Los medicamentos también pueden contener lactosa; consúltelo con su farmacéutico.