Denominamos colirios a las preparaciones farmacéuticas destinadas a ser aplicadas en los ojos.
Son básicamente medicamentos con actividad antiinfecciosa o antiinflamatoria, pero también para el tratamiento de enfermedades propias del ojo como el glaucoma.
Asimismo, se usa esta denominación para los preparados oftálmicos que únicamente tienen actividad lubricante, o para las lágrimas artificiales que palian la sequedad ocular.
Precauciones y APLICACIÓN
Por lo delicado del lugar de aplicación, los colirios tienen que ser estériles. Para su utilización es necesario tener en cuenta una serie de precauciones, ya que es muy fácil su contaminación, que podría afectar al ojo donde se administran.
- En primer lugar, debe vigilarse especialmente manipular los colirios siempre con las manos limpias. Para ello hay que lavarse las manos inmediatamente antes de la aplicación del medicamento.
- Para facilitar la aplicación del colirio, lo adecuado es bajar el párpado inferior, aplicando las gotas en la cavidad que se forma. Ayuda en el procedimiento el inclinar la cabeza un poco hacia atrás y hacia el lado del ojo donde se aplicarán las gotas.
- Para evitar la contaminación del medicamento, es importante que la punta del aplicador no entre en contacto con ninguna superficie (incluido el ojo).
- Es también fundamental aplicar el número exacto de gotas prescritas, y después procurar parpadear un par de veces para extender las gotas por toda la superficie ocular.
- Se aconseja que posteriormente se cierren los ojos durante unos minutos, para limpiar el exceso de líquido que pueda derramarse. Si se necesitase aplicar un segundo colirio, es mejor esperar unos momentos para que se pueda absorber correctamente el primero.
Con todas estas precauciones, conseguiremos unas óptimas condiciones para que el medicamento pueda desarrollar plenamente la acción esperada.
RECOMENDACIONES de uso
- Debe recordarse mantener el envase bien cerrado en un lugar fresco y seco hasta la siguiente aplicación.
- Los colirios son para uso personal, es decir, no debe compartirse su uso con otros pacientes.
- Asimismo, deben desecharse a las cuatro semanas de estar abiertos, o al finalizar el tratamiento si es de menor duración, ya que de otro modo podrían contaminarse.
- No deben utilizarse lentes de contacto cuando aplicamos colirios, si no se tiene la certeza que no se alteraran. Esto es debido al hecho de que las sustancias medicamentosas y los conservantes de los colirios se pueden acumular en las lentes de contacto blandas y afectarlas.
- En algunos casos, puede parecer que se nota el sabor del colirio en la boca. Esto puede ocurrir, y es normal que así suceda, porque el lagrimal drena hacia el conducto nasal, que a su vez está comunicado con la garganta.
Recuerde
- Los preparados oftálmicos dejan de ser estériles una vez abiertos; por eso no deben guardarse cuando acaba el tratamiento.
- Puede ser que la visión se vuelva borrosa durante unos momentos. Hay que evitar tener que realizar actividades que precisen mayor agudeza visual durante esos ratos.