Fecha de revisión: enero 2019
Es la medida de la presión arterial efectuada por el propio individuo, habitualmente en su domicilio.
En pacientes de edad avanzada o que tienen dificultades con el manejo de los aparatos se contempla la colaboración de otras personas, como por ejemplo un familiar.
Aunque cualquier persona que disponga de un aparato de medida pueda realizar una medida de la presión arterial; es muy importante tener en cuenta que, para que las cifras de presión obtenidas tengan valor tienen que cumplirse una serie de requisitos mínimos. Estos requisitos afectan al procedimiento de medida y a las condiciones en que esta se lleva a cabo, las cuáles tiene que ser indicadas y controladas por profesionales sanitarios.
Probablemente, la indicación más habitual de la medida de la presión arterial fuera del ámbito hospitalario y de atención primaria es la sospecha por parte del médico de que las cifras son anormalmente más elevadas en el consultorio. Esta circunstancia, que da lugar a la forma de hipertensión conocida como ‘de bata blanca’, tiene una gran importancia en la práctica ya que puede ser el origen de tratamientos innecesarios, con los riesgos e inconvenientes que esto comporta.
¿En qué individuos es RECOMENDABLE?
En términos generales se puede decir que cualquier individuo con la presión elevada podría ser candidato a seguir este procedimiento, siempre que posea las condiciones físicas y de comprensión adecuadas para llevarlo a término.
- Es especialmente útil en aquellos pacientes que tienen dificultades para desplazarse en el consultorio.
- Y también en aquellas personas que precisan controles frecuentes, bien para confirmar que la medicación prescrita permite controlar la hipertensión del paciente o porque presentan complicaciones que aconsejan un estricto control de sus cifras.
¿En qué tipo de personas NO ES RECOMENDABLE?
- En aquellos individuos excesivamente preocupados por su enfermedad, o que hagan un uso desmesurado.
- Así como en aquellos individuos que presentan una gran variabilidad de sus cifras, ya que podría interferir en el seguimiento del paciente.
- Tampoco es recomendable en personas que padezcan arritmias cardiacas, ya que esta anomalía dificulta de manera importante el procedimiento;
- Ni en individuos que presenten una gran obesidad, ya que pueden necesitar otros aparatos con características distintas.
- Por último, no se recomienda la automedida en personas sanas con valores estándar de presión arterial; probablemente estos se beneficiaran más de la medida, en los controles de salud o en relación con otros actos médicos, realizados por un profesional sanitario.
¿QUÉ SE NECESITA para practicar la automedida de la presión arterial?
- Se necesita un periodo de entrenamiento, que depende del tipo de aparato. Actualmente, los aparatos electrónicos que hay en el mercado tienen una buena aceptación y su funcionamiento no es complicado.
- No todos los aparatos electrónicos son apropiados. Se recomienda el uso de aparatos de medida de brazo, automático o semiautomático validados clínicamente. Hay que asegurarse que el manguito es el adecuado a la medida del brazo.
- No se aconseja utilizar aparatos de dedo ni de muñeca, solo excepcionalmente cuando esté indicado por su médico o enfermera.
- La automedida de la presión requiere, además del aparato de medida, disponer del tiempo y del espacio adecuados para llevarla a cabo.
- Es importante que, además de tomar la medida, se disponga de un tiempo de reposo (entre 5 y 10 minutos) y de un ambiente tranquilo y silencioso para poder proporcionar resultados fiables.
Las condiciones idóneas de medida son:
- Comodidad. El paciente debe colocarse en un lugar cómodo, sin ruidos ni distracciones y con temperatura agradable.
- Tranquilidad. Se recomienda que se evite el consumo de sustancias excitantes (café, alcohol), tabaco, comida y ejercicio físico 30 minutos antes de la toma.
- Buena posición. Hay que estar sentado cómodamente con la espalda bien apoyada en el respaldo del asiento, con los pies tocando el suelo y sin cruzar las piernas.
El brazo en el que se realizará la medida tiene que estar en extensión, sin ropa que le oprima, a la altura del corazón y apoyado sobre una mesa. - Colocación correcta del aparato. El manguito tiene que ponerse en la posición adecuada, 2-3 centímetros por encima de la parte flexora del codo.
RECOMENDACIONES en las MEDIDAS de PRESIÓN y FRECUENCIA
No se ha establecido un patrón estándar de número de medidas, por lo que cualquier esquema que recomiende cada médico puede ser válido. No obstante, existen una serie de consejos que son ampliamente aceptados:
- Efectuar más de una toma cada vez que se tome la presión, con una separación de un par de minutos.
- La frecuencia en la medida de la presión puede ser de dos o tres días por semana o cada dos semanas, y suele ser suficiente en la mayoría de casos.
- En general se recomienda que se realicen a la misma hora del día y, es mejor hacerlo durante la mañana y la tarde.
- Es muy importante anotar el resultado de cada medida inmediatamente después de efectuarla para evitar confundir las cifras o tender a redondearlas, lo que es una fuente de errores.
- El aparato marca tres cifras: la presión arterial sistólica (PAS / màxima), la presión arterial diastólica (PAD / mínima), y la frecuencia cardíaca (pulso ).
La presión arterial de cualquier individuo no es un valor fijo a lo largo del día, sino que cambia continuamente y se modifica por numerosas circunstancias, motivo por el cual se recomienda realizar diversas medidas.
¿Cuál es la principal VENTAJA de la automedida de la presión arterial?
La principal ventaja es la posibilidad de disponer de valores de la presión arterial más allá de los que se tiene cuando sólo se mide en el consultorio.
- Una de las aplicaciones prácticas es la posibilidad de realizar controles de presión en pacientes con dificultades de acceso (por condicionantes geográficos o socio laborales),
- así como la identificación de aquellas personas que presentan valores elevados debido al efecto ‘bata blanca’ y que pueden ser considerados erróneamente hipertensos o mal controlados.
INCONVENIENTES de la automedida de la presión arterial
Probablemente, el principal inconveniente es el riesgo de inducir al paciente en la toma de decisiones terapéuticas, a la vista de los resultados obtenidos.
Este puede ser un problema importante, ya que la modificación de algunos tratamientos puede suponer un riesgo a corto plazo con la supresión brusca de determinados tipos de medicamentos, o más a largo término, con la pérdida del efecto del tratamiento.
El valor pronóstico de les cifras de presión arterial se ha establecido mediante la medida en el consultorio de una forma clásica, por lo que estos tiene que ser valores de referencia.