Última actualitzación: julio del 2022
Los prebióticos son el alimento preferido para el crecimiento de las bacterias beneficiosas que viven en los intestinos y se encuentran de forma natural en algunos alimentos o bien son de síntesis química.
Sólo algunos tipos de fibra son prebióticas
No toda la fibra de los alimentos de origen vegetal tiene propiedades prebióticas. Y si te preguntas si hay que tomar prebióticos cuando tu alimentación ya contiene frutas, verduras, legumbres y frutos secos, la respuesta es que depende de los alimentos que comas habitualmente.
Algunos alimentos como la alcachofa, los espárragos, la achicoria (alternativa al café) y los plátanos contienen fibras prebióticas pero a dosis bajas. Mientras que la cantidad mínima de prebiótico que hay que asegurar para favorecer el crecimiento de las bacterias beneficiosas del intestino es de 2,5 gramos.
Para estar sano es suficiente con comer las 5 raciones diarias recomendadas de fruta y verdura, pero para obtener un beneficio concreto para la salud hay que tomar la dosis correcta del prebiótico que recomiendan las guias clínicas.
Si tu alimentación no incluye de forma habitual alimentos con prebióticos para aumentar su consumo puedes incluir alimentos enriquecidos con prebióticos o complementos alimentícios con prebióticos.
¿Cómo puedo saber si un alimento o un complemento alimentício es una fuente de prebióticos?
Busca las siguientes palabras en la etiqueta: galactooligosacàridos (GOS), fructooligosacàridos (FOS), oligofructosa, fibra de achicoria y inulina.
Si es la primera vez que tomas prebióticos es mejor que los incorpores gradualmente para evitar la generaciòn de gases.
Los alimentos son mucho más que los nutrientes por separado
Una novedad en el campo de los prebióticos es que, más allá de la fibra, hay otros componentes habituales de los alimentos como los ácidos grasos omega-3, los polifenoles y las fibras insolubles como el midón resistente que se ha visto que tiene propiedades prebióticas y esto contribuiria a explicar su efecto sinérgico cuando se administran conjuntamente con las fibras prebióticas.
¿Y cómo te pueden ayudar los prebióticos?
Sus beneficios incluyen la regulación del tránsito intestinal, la mejora de los niveles sanguíneos de colesterol, triglicéridos y glucosa, el aumento de la saciedad y la atenuación de la respuesta inflamatoria de las alergias entre otros.
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