Última actualitzación: julio del 2022
No todos los alimentos fermentados se pueden considerar probióticos aunque los anuncios digan lo contrario.
Para que un alimento sea probiótico debe cumplir los tres requisitos siguientes:
1) Tener los microorganismos bien definidos y caracterizados;
2) los microorganismos tienen que estar vivos en el momento de tomar el alimento y
3) los beneficios para la salud del alimento tiene que tener el aval como mínimo de un ensayo clínico con humanos.
Hablemos del te kombutxa
Se ha puesto muy de moda para infinidad de indicaciones y se comercializa como probiótico. No obstante, no sabemos aún cuáles son los microorganismos responsables de sus efectos para la salud,
- no se ha publicado ningún estudio de intervención con humanos que apoye sus beneficios
- y puede presentar toxicidad sobre el hígado, sobretodo en mujeres embarazadas, lactantes, niños menores de 4 años, pacientes con VIH y pacientes con insuficiencia renal.
Teniendo en cuenta que la evidencia científica de calidad nos dice que consumir productos lácticos con probióticos, en comparación con no consumirlos o no consumir productos lácticos, posiblemente no se relaciona con ningún beneficio para la salud, hay que ajustar las expectativas con los alimentos fermentados.
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